Hay que aprovechar la experiencia de los más jóvenes

Mucho se habla de aprovechar la experiencia de los más mayores, los veteranos. Cierto. El tiempo no solo te da conocimientos y recursos para solventar las situaciones difíciles, sino intuición y cierta serenidad que te permite relativizar la importancia de las cosas.

Sin embargo poco (o nada) se habla de aprovechar la experiencia de los más jóvenes. ¿Experiencia y jóvenes? Sí. No tienen por qué ser palabras antagónicas (no en todos los casos).

Por supuesto, la edad da un poso, una visión, que difícilmente se puede sustituir por nada (mi abuela decía que más sabe el diablo por viejo, que por diablo). Pero la experiencia no está ligada exclusivamente a la edad, sino a las vivencias. Y hay toda una generación que ha viajado más, se ha relacionado más y ha tenido (y tiene) más acceso a información que la que muchas personas de generaciones previas han atesorado en toda una vida.

© goodluz - Fotolia.com
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Están mucho más familiarizados con la tecnología, y es más fácil que la adopten en su trabajo diario. Son conscientes de sus necesidades, de aquello que les ayuda y simplifica la vida. Por poner un ejemplo, el otro día me hablaron de un portal en el que puedes registrar a tu equipo de fútbol (el que tienes con los amigos) y se encargan de organizarte partidos, facilitándote hasta la reserva del campo. Ya no estás atado a los amigos del barrio, la escala se amplia. Y si algo se hace ahora así, ¿por qué no llevar el mismo principio a otras ideas? ¿Por qué vas a tener «molestias» en algunas cosas de la vida cuando la tecnología e Internet te lo pueden resolver? La juventud es consciente de muchas oportunidades que a los no-tan-jóvenes ni se nos pasan por la cabeza. Los más jóvenes constituyen una fuente potencial de ideas que no puede ser desechada sin más.

¿Te imaginas las oficinas de cualquier empresa antes de la aparición del ordenador personal? Cuando éste se popularizó en hogares y empresas, ¿quién lo tuvo más fácil, quién pudo sacarle más provecho desde el principio? Seguramente aquellos que ya lo usaban en sus hogares, que no tuvieron que aprender por imposición de la empresa. Los más jóvenes, los que no llevaban años y años con los viejos métodos, y no están viciados por una forma particular de trabajar. Por citar un par de ejemplos

  1. La creciente implementación de las redes sociales corporativas en las empresas no es un obstáculo para una generación que se ha criado leyendo y compartiendo información al albor de Facebook y Twitter.
  2. Son también más conscientes de otras formas de trabajo, como el desarrollo de software colaborativo en proyectos open source, y conocen las oportunidades que conllevan.

La sociedad está cambiando. Aprovechar las ideas y el empuje de quienes no vienen con prejuicios o vicios adquiridos, será un catalizador fundamental para que el cambio se consolide, y lo haga para bien.

Paradójicamente, la crisis que estamos viviendo en países como España, corre peligro de arrasar a toda una generación. A la vista de los resultados en educación y de paro juvenil, las expectativas no parecen muy halagüeñas. Y aunque es imprescindible que haya políticas gubernamentales detengan esta sangría, a nivel de empresa se pueden y deben hacer muchas cosas.

  1. Olvidarnos del miedo al cambio y del principio de autoridad.
  2. Fomentar y apoyar las ideas que surgen de la juventud, olvidándonos del esto siempre ha sido así.
  3. Establecer un entorno laboral que favorezca la generación y fertilización cruzada de ideas. Dar acceso a la información necesaria para que esto ocurra, apoyando de esta forma la innovación y el intraemprendimiento.
  4. Formar a las nuevas generaciones sin olvidar la forma que tienen de aprender y relacionarse.

Ese es el gran reto. Eliminar las barreras del miedo a opinar por falta de experiencia, reconociendo y agradeciendo en todo momento las aportaciones. No hay ideas tontas.

Tener más acceso a la información no significa necesariamente saber usarla y sacarle provecho adecuadamente. La empresa del siglo XXI debe saber reconocer, gestionar y fidelizar a sus trabajadores con más talento, y no se puede simplemente obviar a los más jóvenes precisamente por eso, por ser jóvenes. Más bien todo lo contrario.

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12 comentarios

  1. Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que comentais, excepto en que la experiencia también es un grado.
    Yo por ejemplo que tengo 51 años y estoy metida de lleno en un nuevo proyecto me doy cuenta de que necesito gente joven para llegar a la parte que yo no puedo llegar, pero también te diré que las dos personas jóvenes que me están ayudando en mi proyecto, tampoco pueden llegar a las otras dos personas más mayores que llevamos un largo camino recorrido en el tema empresarial, por eso bajo mi humilde punto de vista la fórmula que funciona es unir la juventud con la experiencia.

    1. Muchas gracias Penélope!

      En primer lugar, desearte lo mejor de lo mejor para tu nuevo proyecto. Seguro que es un éxito.

      Efectivamente, el objetivo del post es provocar un poco. Todo lo que dices es cierto, y uno de los principales «activos» de una empresa es la experiencia acumulada, encarnada en los más mayores.

      Sin embargo muchas veces se menosprecia la contribución de los más jóvenes,quienes no se ven suficientemente reconocidos o abusan del principio de autoridad. Y, sin embargo, tienen mucho que aportar por ejemplo, como digo, por la cantidad de información que reciben y de muy diversas fuentes.

      Lo ideal, por supuesto, la dosis justa de jóvenes y veteranos.

      ¡Muchas gracias por comentar!
      Ángel

  2. Tal vez el término experiencia no sea el más adecuado para la juventud. Se suele decir que la experiencia es la suma de los fracasos. Lo propio de la gente joven es que mire hacia el futuro y seguro, seguro que eso tiene otro nombre.

    Sobre software social, tengo esto: http://wp.me/p1cSbv-lK

    1. Muchas gracias #Jerby!

      Por esta vez te voy a perdonar ese pesimismo que tienes porque la entrada de la referencia que incluyes es muy muy buena 😉

      Tengo pendiente escribir algo más sobre este tema. Por supuesto, refereciaré tu artículo.

      ¡Mil gracias una vez más!

    1. Muchas gracias Concha!

      Efectivamente, la mejor solución es tener una variedad de perfiles, en términos de edad. El artículo está pensado un poco para provocar, para concienciar a la gente de que los más jóvenes quizá no tengan más experiencia pero sí muchas experienciaS.

      Gracias por comentar!

  3. Ángel, muchas de las cosas que escribes hacen que se remueva algo por dentro.
    Esto que dices aquí, y muchas cosas, me parece que deberían ser leyes de obligado cumplimiento para avanzar en las empresas y en la sociedad, por añadidura.
    Los jóvenes siempre han tenido problemas para entrar en el mundo del trabajo. Ahora eso se ha hecho más grave. Lo cual lleva a que cada vez más haya personas que ya no son tan jóvenes que no han tenido su oportunidad. Y ya sabemos que en el tema laboral, o eres muy genial y se te ocurre una idea feliz y creas una empresa, o el tiempo corre en contra. Si eres joven sin experiencia mal. Si eres menos joven y sin experiencia, mucho peor.
    Saludos 🙂

    1. Gracias Carolina!

      Efectivamente, hay que confiar en los jóvenes para romper el círculo vicioso falta de experiencia falta de oportunidades.

      A ver si provocando un poco desde la blogosfera …

      Gracias por comentar!

  4. Hola Ángel.
    No puedo más que aplaudir (en realidad, me conviene :))
    Estoy muy de acuerdo con Carolina. Escribiría para darte la enhorabuena en casi todos los post que escribes. No lo hago porque sé que no te aportaría demasiado, pero de vez en cuando no está mal, ¿no? 🙂
    En realidad tan sólo me gustaría destacar la frase que más me ha gustado: «Aprovechar las ideas y el empuje de quienes no vienen con prejuicios o vicios adquiridos…»
    Es cierto que en muchos aspectos de la vida, nacemos casi con costumbres adheridas, hecho con el cual lucho casi a diario. No me gusta dar por sentado cómo he de hacer una cosa o cómo pensar en torno a un tema y, sin embargo, me cuesta tan sólo planteármelo. Desde ese punto de vista, no tienen ventaja los jóvenes, sino la persona que consiga desaprender y aprender con mayor agilidad.
    Pero la frase citada supongo que se refiere a prejuicios y vicios en una organización y unas tareas concretas, y evidentemente, los jóvenes son los que llegan desnudos en ese aspecto. Sin duda, un punto muy favorable que deberían plantearse algunas empresas.
    Un abrazo!

    1. Gracias Emilio!

      En primer lugar, agradecerte que me leas. Puedes comentar siempre que quieras, porque un blog no es un ejercicio de narcisismo (un poquito sí ;)) sino un lugar donde debatir en base a lo el autor propone. Así que no caigas en el error de «no aportaré» o «seguro que me estoy equivocando» o …. las típicas frases / justificaciones que representan algunas de las barreras que ponen los jóvenes para participar más activamente en la empresa (otras barreras os las ponen).

      Vaya también por delante que, hasta donde creo conocerte, eres un caso típico de los sangrantes para este país: joven, con talento, y con ganas de hacer cosas (no hay más que ver tu blog). Y sin embargo, teniendo que emigrar al extranjero. No es solo una pena, es una auténtico problema para todo un país.

      Una de las cosas que más me sorprende desde que dirijo personas es cómo los más jóvenes (recién licenciados) te miran como si fueras un semidios. Como he dicho, tienen miedo a exponer ideas por miedo a equivocarse o ser censurados. Supongo que esto es debido a la propia naturaleza humana, así como a la actitud de muchos de los «menos jóvenes».

      Muchas gracias por comentar y mucha suerte!
      Ángel

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